En tres oportunidades, circulando pisé el freno, el pedal vibró y no disminuyó la velocidad. Las tres veces, tenía tiempo, levanté el pie del freno, lo pisé de nuevo y frenó normalmente. En esas oportunidades, no tenía a nadie cerca, iba despacio, por lo que no fueron inconvenientes serios. En mayo, me pasó exactamente lo mismo, pero en una esquina en el momento en el que se me cruzó una Ford Ranger pretendió cruzar como venía y que frenara yo. El punto es que pisé el pedal, seguí de largo, la Ranger frenó en la mitad de la calle y por un pelo, lo esquivé. Iba a 30 km/h, pero fue todo tan rápi…
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