Estimados señores:
Antes que nada lo bueno: mi reconocimiento a sus excelentes y resistentes motores, casi casi inmortales, fallan pero como el caballo blanco jadeando llegan al taller. Buen carro no puedo negarlo, pero mi mazda 5 me provoca sentimientos encontrados. Me ha echo la muy maldita las siguientes guarradas: ruidos infernales en suspensión al año de salida de la agencia, le he cambiado la bomba de gasolina 5 veces, fuga de aceite de dirección, bolsas de aire muertas, remplazo de cilindro maestro de frenos, soportes de motor, sistema ac fuera de servicio, fuga masiva en el intercambiador de aceite, radiador con fractura de la nada y recientemente lo peor. (mis peores pensamientos al diseñador nippon del intercambiador de la transmision) un poro contamino todo el sistema de enfriamento del motor y contamino de agua la transmision. NUNCAAAAA habia tenido tanto trabajo reparando un vehiculo que va de la casa a la escuela de los hijos. Sin embargo la considero un gran auto, y le tengo mucho aprecio, sin embargo la marca tiene problemas evidente de ingenieria y de calidad de componentes. Yo me quedaria con mi mazda, pero en una ocasion por un detalle menor la agencia mazda de merida la dio por perdida total. En el garaje de la casa con tre herramientas la arregle, tienen que tener mucho cuidado con eso por que son las cosas que hacen que el cliente abandone la marca. Adoro la mazda, pero tienen que adaptarla a un entorno latinoamericano