Al inventor del antirrobo electrónico defectuoso hay que darle un premio, pero, y disculpen la expresión, por imbécil. Solo se necesita razonar medio segundo para darse cuenta que lejos de ser un elemento a favor del dueño, fácilmente se puede transformar en un beneficio para el ladrón. Cualquier conductor que tenga que ir a un barrio medianamente peligroso, debe tener todo el cuidado del mundo en que la llave no se le golpee mínimamente, porque si le ocurre eso se le puede activar el antirrobo electrónico y el vehículo no lo mueve más (o lo mueve a las 3 hs) tiempo suficiente para que te desvalijen, y ni hablemos si estás en otra ciudad, en el campo, etc.; posiblemente tengas que pagar un dineral para que vayan a buscarte y te devuelvan al taller. Realmente es un invento patético, típico de un individuo que vive en un universo paralelo, y que, en la mayoría de los casos, no significa ningún beneficio para el conductor. Como si fuera poco, leo que varias personas afirman que la concesionaria no se hace cargo de los desperfectos. Estoy deseando de sacarme de encima el Peugeot 307 que tengo, y les aseguro que nunca más compro un vehículo de esta marca; una pena que todos los que me han aconsejado que no tenga Peugeot, lo han hecho después de que ya había comprado este clavo.