Desde nuevo mi Mazda 5 2.3 litros padeció de dureza excesiva en suspensión delantera, al los 50 mil Km. empezaron los ruidos excesivos en esta suspensión. He cambiado LLantas ( todas por desgaste interno), Gomas de Barra estabilizadora y tornillos estabilizadores, amortiguadores, y aún siguen los ruidos, mas otros nuevos ruidos que han aparecidos en caja de velocidades y dirección. Jamas volveré a comprar un mazda. Pésimo auto...