Por lo general, la cremallera de dirección se daña por el agua. Esto se debe a que el fuelle de caucho se pica y en tiempo de lluvia al pasar por charcos y girar el timón, hace un efecto de succión. Haciendo que la barra de dirección se oxide y se pique, por consiguiente dañe el retenedor, y que luego culmine con la pérdida de líquido hidráulico