A los 50.000 tuve que sustituir el interruptor de plástico del elevalunas del conductor porque simplemente no subía la ventanilla. Ahora tengo 84.000 Km y estoy "rezando" con lo del puñetero caudalímetro. El servicio postventa de la marca es simplemente una putísima mierda (con perdón). Yo ahora lo llevo a un taller detrás de mi casa (de los de toda la vida) y me tratan genial no como esa pandilla de Hijos de Puta del Concesionaro Asturwagen de Gijón empezando por los comerciales que te engañan y "si te he visto no me acuerdo". Prometer, prometer, hasta poder meter (comprar el coche) y luego de metido nada de lo prometido. Me dan ganas de comprarme una bici.