Al quitar el seguro desde adentro con el cierre central o desde afuera con la llave, ninguna puerta quiere abrir a menos que le dé un golpe en la manija, es como si el mecanismo que libera el seguro se quedase apenas atorado que no permite abrir la puerta ya sea desde adentro o afuera, y con el golpecito se termina de completar el mecanismo y luego se puede abrir la puerta.