El aceite de transmisión es el lubricante encargado de mantener la transmisión de nuestros automóviles con un funcionamiento saludable: silenciosa y con el mínimo desgaste.
Como regla general, si tu CX-30 es manual, deberás cambiar el aceite de transmisión cada 100.000km.
Si es automático, la regla general es cambiarlo cada 40.000 Km.
Junto al motor de tu CX-30, se encuentra la transmisión. En su interior hay piezas más pequeñas que giran a gran velocidad y transmiten mucha fuerza generando calor.
El aceite de transmisión genera una película protectora entre las piezas metálicas que disminuye la fricción, limpia las superficies y las refrigera. Esta protección genera un aumento de la vida útil de las piezas y un mejor funcionamiento de nuestros vehículos que marchan de forma más silenciosa y suave.
Otro beneficio de cambiar periódicamente este lubricante es el precio: siempre será más barato invertir en la lubricación de la transmisión que en el recambio de las piezas completas por desgaste.