Compramos una CRV en enero de 2015 y desde el momento en que salio de la agencia notamos una pequeña vibración en el área del motor, nos regresamos y nos dijeron que era normal, que se le quitaría con el uso, cosa que no sucedió; al contrario: al paso de los días aumentó. Pero como funcionaba correctamente, decidimos usarla así, aproximadamente 3 meses después se pinchó un neumático y se encendió la luz del tablero que indicaba la falla, repararon el neumático y la luz se apagó, pero en unas horas se encendieron 6 ó 7 luces del tablero, por lo que decidimos llevarla a la agencia, donde dijeron que se había desprogramado la computadora y nos la entregaron rápidamente. Al llegar a la casa volvieron a encenderse varias luces y para rematar, entró agua por el quemacocos y manchó la tapicería por lo que regresamos a la agencia al siguiente día. Estuvo en el taller por ocho días y nos salieron con el cuento de que la falla se debía a un inyector, cosa que me molestó porque la vibración continuo igual o más que antes, además no arreglaron el quemacoco y el consumo de gasolina aumentó espantosamente. Decidimos acudir a la autoridades (Procuraduría del Consumidor) para que hicieran valer la ley que aquí en México dice que el consumidor puede exigir la devolución de su dinero o el cambio del artículo más el 20% por los inconvenientes causados (nosotros solamente pedimos que nos dieran un buen precio para adquirir otro auto con ellos mismos). Pero fue claro que las autoridades estaban coludidas con la agencia, pues ni se molestaron en exigirles que cumplieran con la garantía. De esta manera nos robaron más de 150 000 pesos mexicanos. CONSEJO: antes de presentar demanda alguna contra una agencia, vayan a presentarla en forma judicial y asesórense de un abogado competente.